Er Más Bar

  Aquí comienza la crítica a uno de los bares que nunca podré olvidar. ¿Por qué? a continuación van a leer el motivo:

  Al principio de la trianera calle López de Gomara, muy cerca del mercado de San Gonzalo, hay una zona repleta de bares (entre los cuales se encuentra el famoso "Bar Salomón, el Rey de los Pinchitos"), mejores y peores, más modernos o tradicionales. Y quiso el destino ese día, de entre todos los bares que hay, que solamente "Er Más Bar" permaneciera abierto y yo entrara en él.
  Un llamativo cartel rojo chillón, perceptible a cientos de metros, con el curioso nombre estampado en blanco nos presenta este pintoresco negocio. Al entrar te da la sensación de que vas a comer en un bar que antaño fue algo más: decoración muy tradicional (vírgenes, azulejos y cuadros por todas partes), espacioso (aunque penosamente distribuido), con una televisión de pantalla plana (ahora dañada por un golpe), mobiliario de madera... y cierto sabor en el ambiente. En cuanto a la carta, hay una parte más típica con los platos más comunes (todos sabemos cuáles) y otra que parece más de un restaurante de comida rápida, repleta de coloridas letras que indican los menús que sirven. Pero quiso el paso inexorable del tiempo que este bar se haya venido a menos, resultando uno de los peores negocios de restauración a los que haya ido en la vida.

  Puedes sentarte en una mesa, o en la barra, que pasarán los minutos y nadie te atenderá, ya que la camarera (que habla de una forma ininteligible) disfruta de su tiempo de trabajo discutiendo a voces con el que parece el propietario sobre Dios sabe qué. Cuando ya te hartas y te levantas por fin te apuntan las patatas bravas, de forma desganada y en ese idioma propio, y el único motivo que te queda para no irte es el hambre. Tras un rato te traen una gran cesta con tenedores (¡sorpresa!) sin pan ni picos ni nada parecido. Y por fin desde la cocina, y con una conversación a gritos como banda sonora, llega el plato que has pedido.

  Una vez te "tiran" el plato sobre la mesa compruebas que la ración que preparan tiene las patatas cortadas de la manera típica (en cachelos) y una única salsa anaranjada y de textura sospechosa como cubierta, que ahora me encargaré de describir. No llevo mucho tiempo con este blog, pero es cierto que ya he ido a un buen número de restaurantes de todas partes de España (la mayoría por un motivo u otro no tienen crítica), y he probado tantas variantes de la receta como bares hay, pero hasta éste día no había probado nada igual. Y es que, esta simple salsa anaranjada, parece un extracto de la esencia del mismo infierno. No es que fuera picante, es que una patata acompañada de este castigo anaranjado te priva de saliva en toda la boca durante cinco minutos, te enrojece los labios y sus alrededores, te diluye la mucosa que llevaba en tus fosas nasales desde tu última gripe, te hace llorar, y hasta te provoca un terrible dolor de estómago y una sinfonía de borborigmos digna del peor compositor. Y os aseguro que no exagero.

  No sé cómo sería antes éste local, pero ahora no vale (por atención al cliente, por su comida, por el ambiente y muchas otras razones) absolutamente nada. No sé qué llevaría la salsa, no sé si la preparan ellos,  si la compran en Mercadona o la importan desde el averno, no sé si será legal ese picante, ni sé si sanidad ha visitado alguna vez "Er Más Bar", pero quien no va a volver nunca jamás (y resalto que nadie debería hacerlo), soy yo.

Resumen:

  Nombre y Localización: Er Más Bar. Calle López de Gomara 15, Sevilla.

  Valoración del Restaurante: Mala.

  Versión de las Bravas: Una Salsa.

  Valoración de las Bravas: Muy Mala.

  Enlace Yelp

4 comentarios:

  1. No me ha podido gustar más leer cómo descargabas tu odio, esa descripción del asco que debían dar las patatas, indignación en cada palabra... Ojalá no esté cerca de ti nunca cuando te sirvan unas patatas tan malas como esas.
    Un abrazo Yravedra

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    1. Desde luego es el artículo que más disfruté haciendo, quizás porque trataba sobre las bravas con las que más sufrí. No le deseo a nadie una experiencia tan mala como esta, pero dudo mucho que exista un bar del calibre de este, así que podemos estar más tranquilos.
      Muchas gracias y un abrazo, val...anónimo.

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    2. Yo he tenido el no placer de estar una noche de verano y describres tal cual, lo mal que se siente uno en ese Más Bar que yo lo llamaria Er más menos Bar, no tiene palabras a como te tratan, para que me atendieran esperé más de 40 min, indignado y por educación no me fui, pero tengo claro que a todo el mundo le recomiendo que no vaya jamás allí, una vez que te atienden pedí de primero una tapa de ensaladilla, cuando te la traen parece todo menos un plato de ensaladilla, la ensaladilla parece sacada de un experimento de la nasa, ensaladilla de hace un mes por lo menos rellenada con mayonesa de bote de un burguer, y lo peor me dió por mover un poco el chorreon de mayonesa de bote por lo que creia que era una ensaladilla y tenia moho debajo, lamentable, el local que recomendaba yo a Chicote para que despotricara al máximo

      Ojalá pudieramos enviar un tipo de queja o informe a Sanidad.

      Saludos de un amante de la buena comida.

      Jaime

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    3. Hoy hemos vuelto a ir, por curiosidad, y parece que la salsa ha dejado de ser tan destructiva. Desde luego el ambiente sigue siendo igual de malo. Tendremos que hacer campaña para que nadie cometa el error de pasarse por este bar.

      Muchas gracias por el comentario y un saludo, Jaime.

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