Mercadona

  Esta vez os traigo una receta que no os la va a servir ningún camarero (si fuera así yo de vosotros no volvería a ese restaurante), pero que se la puede hacer uno mismo en apenas unos cinco minutos, y que además no están nada mal para lo que son. Hablo de las famosas (tienen una canción dedicada y todo) bravas de Mercadona.

  Dudo que haya alguna capital de provincia española, exceptuando las vascas, en la que no haya una tienda de este supermercado dirigido por el valenciano Juan Roig, de hecho si mal no recuerdo "Mercadona" se planteó expandir su imperio a países vecinos como Italia, Francia o Portugal. Así que ya que hay tantos supermercados de esta línea no le será complicado a nadie poder comprar las bravas que venden. No voy a perder tiempo esta vez hablando de la decoración de los locales o el trato personal (¡esto es un súper, no un restaurante!) así que me limitaré a decir a modo de breve explicación que "Mercadona" es lo más parecido a unos ultramarinos o una tienda de barrio hecha supermercado, por su trato, modelo de gestión y productos. Cabe destacar que además de las bravas también podemos encontrar en estos supermercados una salsa brava marca "Hacendado" diferente a la que venden junto a las patatas. Como todavía no la he probado, no me aventuro a describiros nada, aunque me han hablado muy bien de ella. Sin más dilación pasamos al quid de la cuestión:

  El pack que vende "Mercadona" consta de una buena ración de patatas, cortadas ya en cachelos o gajos, y recubiertas de una crujiente fritura, junto a las salsas. Como el supermercado tiene su origen en Valencia, el pack trae "dos salsas", pero a diferencia de mis queridos cutre-bares del barrio sevillano de la Macarena, la salsa roja que incluye no es ketchup, si no que es una salsa picante de textura un poco líquida, un poco picante, y un sabor bastante pobre. Por otra parte la salsa blanca, mayonesa, está bastante decente para mi gusto. Según las instrucciones de la caja, puedes o bien hacerlas al microondas (NO) o hacerlas en la freidora (SI), de todas formas os voy a decir lo que yo hago: para empezar corto las patatas más grandes por la mitad, para que todas queden tiernas por dentro. Mientras la freidora se calienta hasta unos 170/180 ºC mezclo ambas salsas en un vasito, y cuando están bien mezcladas le echo un poco de tabasco para darle un agradable picante de fondo. Cuando ya está caliente el aceite meto las patatas, y las saco cuando estén bastante doradas (el color engaña, ya que la fritura que trae ya es de por si dorada) y crujientes por fuera. Cuando hayan perdido aceite le echo sal y la salsa por encima, y apenas en 5 minutos ya tengo unas patatas bravas listas.

  En resumen, no son unas patatas que impresionen por lo buenas que están, ni por el sabor de su salsa ni nada parecido. Son unas bravas normalitas, pero no son un plato de restaurante, además las tienes listas en nada de tiempo sin tener que meterte apenas en cocina (si queréis una buena de bravas receta os recuerdo que en este mismo blog tenéis una hecha por mi). Son un plato perfecto para compartir en una cena, así que os animo a que en vuestra próxima compra compréis unas bravas marca "Hacendado".

Resumen:

  Nombre y Localización: Mercadona. Casi cualquier ciudad de España.

  Valoración del Supermercado: Muy Buena.

  Versión de las Bravas: Dos Salsas.

  Valoración y Precio de las Bravas: Buena. 1'7€.

  Enlace Yelp

La Pulchra

  Tras mucho tiempo sin poder escribir en el blog debido a un acoso sin parangón por parte de los exámenes de ingeniería, me "llena de orgullo y satisfacción" volver a la carga y a las bravas una vez más. En esta ocasión entramos en un bar del sevillano barrio de Nervión, concretamente en el costado este del estadio Sánchez Pizjuán del Sevilla FC. Éste es un bar más castellano que sevillano, en apariencia, ya que tanto el nombre del negocio como su logotipo hacen referencia a la catedral de León, cuyo mote es el nombre de éste bar. No hablamos de otro restaurante que de "La Pulchra".

  La catedral leonesa, debido a su estilo alejado de otras catedrales hispanas, es llamada la Pulchra Leonina que en latín significa algo como "la hermosa leonesa". Lo cierto es que para conocer este hecho he tenido que recurrir a nuestro gran amigo Google, siendo sincero cuando leí el nombre del bar me pareció el de una aldea lituana. Dejando la historia, el latín y las curiosidades a un lado, lo cierto es que pese a la apariencia leonesa de éste local lo único que nos recuerda a la que fue la capital del Reino de León es el logotipo del bar. La decoración del interior es moderna y elegante: las paredes están pintadas en amplias franjas (manteniendo un estilo parecido al de "Casa Catalina") en tonos pardos y beiges, y solo las viste algunos marcos de madera que hacen las veces de botelleros decorativos, por otra parte el sobrio mobiliario presenta colores más vivos que van del rojo al gualdo. No sé a vosotros, pero ésta decoración me dice lo mismo de León que de Guarromán, en Jaén. Por otra parte, el servicio es atento y cercano, sirviendo con rapidez y eficacia las comandas.

  En el ámbito gastronómico la carta tampoco es que sea muy leonesa, de hecho la mayoría de sus componentes son los de la cocina tradicional andaluza, entre los que podemos encontrar chipirones a la plancha, croquetas... entre muchos más platos típicos. Aunque también hay algunas recetas que sí que recuerdan más a Castilla, como es la morcilla y el cochinillo al horno, junto a otros platos más elaborados como son el crep relleno de morcilla con dulce de manzana reineta sobre cama de queso Camembert (puedes tomarte un descanso a mitad del nombre) o las taleguillas de queso Valdeón con nueces. Y lo cierto es que lo más leonés que tiene éste bar es para mi gusto una costumbre digna de importación, y que bien se hace en otras ciudades como Granada: si te sientas a comer en "La Pulchra" no hace falta que pidas la tapa de bravas, ellos ya te la sirven con cualquier bebida sin que éstas tengan un precio desorbitado.

  Pasando a lo realmente importante (las patatas bravas, cómo no) he de decir que ésta receta me ha desconcertado más que ninguna. Normalmente cuando voy a un bar y tengo la oportunidad de probar su versión de las bravas intento sacar los ingredientes para describirla lo más exactamente posible aquí, pero lo cierto es que he sido incapaz de hacerlo con la receta de "La Pulchra". Irónicamente en lo que más falla en ésta receta es la forma en la que preparan las patatas: las sirven al estilo tradicional en gajos, y parecen más cocidas que fritas, ya que están blandas al morderlas (no todas, hay que decirlo) pero tienen una fina película de fritura que hace pensar que o bien la han pasado muy poco por la sartén, o que directamente las han cocinado en aceite a fuego muy lento, cociéndose en el aceite. Salvando la cocción de las patatas, la receta es buena y original: la salsa es mayonesa casera (o eso parece) mezclada especias y sabores que he sido incapaz de sacar (¿pimentón?¿pimienta?¿chorizo?), pero lo cierto es que resulta una salsa de textura agradable, gran sabor, justa de sal y de picante rico y suave.

  Así que, concluyendo, si algún día va a un partido del Sevilla FC, o bien simplemente pasea por Nervión y le apetece tomarse unas tapas, es una muy buena elección pasarse por "La Pulchra" a tomarse unos platos ricos, que hacen con cariño, a buen precio, y de paso tendrá la oportunidad de degustar gratis un fantástico y diferente plato de patatas bravas.

Resumen:

  Nombre y Localización: La Pulchra. Calle José Luis de Casso 32, Sevilla.

  Valoración del Restaurante: Buena.

  Versión de las Bravas: Una Salsa.

  Valoración y Precio de las Bravas: Genial ¡Gratis!

  Enlace Yelp